Puede que el tetrahidrotiofeno (THT) no sea un nombre muy conocido en la industria del gas, pero desempeña un papel crucial para garantizar la seguridad y el buen funcionamiento de los sistemas de gas. Veamos con más detalle cómo se utiliza el THT en esta industria.

Hacer perceptible el gas natural

¿Se ha preguntado alguna vez por qué se pueden oler las fugas de gas, aunque el gas natural sea inodoro? Ahí es donde entra en juego el THT. El gas natural, sin olor, puede ser peligroso porque es difícil detectar si hay una fuga. El THT se añade en pequeñas cantidades para dar al gas natural ese característico olor a «huevo podrido». Este añadido apestoso sirve como señal de advertencia. Si alguna vez percibe ese olor, sabrá que puede haber una fuga de gas, lo que le incitará a tomar medidas inmediatas y evitar posibles accidentes.

Lucha contra la corrosión

Las tuberías y equipos de gas suelen estar expuestos a compuestos de azufre presentes en el gas. Estos compuestos de azufre pueden dar lugar a la formación de sustancias corrosivas cuando entran en contacto con la humedad y el oxígeno. La corrosión debilita las tuberías y los equipos, haciéndolos susceptibles de sufrir fugas y averías. Aquí es donde entra en juego el poder superhéroe del THT. Cuando se añade THT al gas, reacciona con los compuestos de azufre, creando sustancias estables que tienen menos probabilidades de provocar corrosión. En pocas palabras, el THT ayuda a mantener la infraestructura de gas fuerte y duradera, ahorrando dinero en reparaciones y mantenimiento.

En resumen

Puede que el tetrahidrotiofeno (THT) no sea una estrella en la industria del gas, pero es un héroe entre bastidores. Al dar al gas su olor característico y evitar la corrosión, el THT nos ayuda a mantener la seguridad y el buen funcionamiento de la infraestructura del gas. Mientras seguimos trabajando para conseguir prácticas más seguras y sostenibles, será esencial encontrar el equilibrio adecuado entre las ventajas y los retos del THT.